No van a quedar mezclas estilísticas posibles de combinar en el mestizo mundo de la música popular. En otoño del 2000, una veinteañera canadiense con genes portugueses, cara de ángel y voz modulada, irrumpió en el mercado discográfico internacional anunciando un nuevo destilado musical. Bajo el generoso paraguas del pop, Nelly Furtado proponía tejer sonidos con hilos de hip-hop, fado, soul, música brasileña y folk. Su disco de presentación, Whoa, Nelly! , incluía un par de hits (I´m like a bird y Turn off the light ) que la lanzaron a lo más alto de las listas de ventas y listas de famosas.
Con frescura y casi sin proponérselo, Furtado logró colocar cinco millones de unidades en todo el mundo y en el 2002 se llevó para casa el Grammy a la mejor actuación pop femenina. Furtado lanzó el pasado invierno la segunda apuesta de su apostolado sonoro, Folklore , que acaba de ser reeditado en España incluyendo una canción cantada por la luso-canadiense a medias con el colombiano Juanes, y otra junto a su gran ídolo musical Caetano Veloso, que también aparece en el disco.
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